¡Gol de Endrick!
Santiago Bernabeu, 17 de septiembre.
El partido entre el Real Madrid está a punto de terminar.
El joven Endrick recoge un balón casi en su área, e inicia una cabalgada en dirección a la portería rival. Contraataque de libro, velocidad, conducción impecable. A un lado tiene a Vinicius, al otro tiene a Mbappe. Es un 3 para dos, una ocasión clarísima de gol.
Y entonces, cuando todavía quedan unos metros para llegar al área rival, decide tirar a puerta.
“¿Pero qué hace?”, se escucha en algún vídeo grabado por un aficionado. También Bellingham, en el banquillo, hace gesto de incredulidad.
Pero el balón, aunque no iba particularmente bien colocado (y con un poquito de colaboración del portero), acaba entrando en la portería.
“¡Qué golazo!”, dicen algunos.
“¡Qué personalidad ha demostrado!”, dicen otros.
Pues la verdad, si yo fuera el entrenador le daría una buena colleja.
En una situación como la descrita la jugada correcta es ceder el balón a alguno de sus compañeros para que, con menos obstáculos y desde más cerca, tenga un tiro más sencillo.
O aprovecharse de que los defensas están cubriendo el pase para acercarse más a portería y tirar desde ahí.
Eso es lo que maximizaría la probabilidad de gol.
Eso es lo que tendría que haber hecho.
Lo que hizo (por mucho que acabara marcando) fue una decisión equivocada, y alguien debería hacérselo ver para que la próxima vez elija mejor.
“Pero es que marcó, no se le puede decir nada”.
No, mira, ésa es una premisa falsa. Porque de diez veces que intente esa jugada, nueve la va a fallar.
Y va a volverse a ver en esa situación, seguro.
Un buen resultado no debe servir, nunca, para justificar una mala decisión. De la misma manera que un mal resultado tampoco debe servir para criticar una buena decisión.
Las decisiones son buenas o malas independientemente del resultado puntual, y es fundamental aprender a analizarlas por separado para mejorar en el futuro.
Decir que “como marcó gol entonces la jugada es correcta” es como decir que, como mi abuelo vivió hasta los 98 años fumando una cajetilla de cigarros al día, fumar es bueno. No, fumar es malo y lo recomendable es no fumar, por mucho que haya un caso anecdótico que parezca invalidar esa conclusión.
Así que, cuando las cosas te salgan bien, haz el esfuerzo de cuestionar cuánto se debe a un buen proceso y cuánto a la fortuna.
Y cuando las cosas te salgan mal, lo mismo.
Porque en realidad es el proceso lo que está en tu mano.