Ingeniería inversa
Estaba escuchando una entrevista que le hacía Tim Ferriss a Hugh Howey (autor de las novelas de Silo), cuando este último dijo una frase que tuve que apuntarme:
“La mayoría de las cosas que he aprendido como escritor, las aprendí como lector”.
Qué listo, Hugh Howey, qué listo.
No, en serio; ya sabes que hago muchas reflexiones sobre el aprendizaje, y que de hecho tengo publicado el libro “Cómo aprender cosas nuevas”. Y esto que dice Hugh Howey es interesante.
Porque uno, como “usuario”/”consumidor” de cualquier cosa, va generando un gusto aprendido. Por ejemplo, como lector, uno va dándose cuenta de que hay tramas que le gustan y tramas que no. O estilos de escritura. O forma de desarrollar los personajes.
Y eso es extensible a cualquier otro ámbito: una canción, un punteo de guitarra, un dibujo, una presentación de powerpoint, una forma de ser jefe, un vídeo de tiktok, una formación, un discurso, el servicio en un restaurante, una app del móvil…
Lo interesante, si quieres ir más allá del “me gusta vs. no me gusta”, es profundizar: ¿qué cosas concretas hacen que me guste o que no me guste? ¿cómo puedo replicar yo eso?
Y, a partir de ahí, ir poniendo en práctica esas conclusiones, esas técnicas… y a ver qué pasa.
Ingeniería inversa.
“Pero es que eso es copiar”, puedes pensar.
¡Por supuesto!
Se trata, como dice Austin Kleon, de “robar como un artista”. De ver aquello que nos inspira, y de intentar reproducirlo. De aprender las técnicas básicas que están detrás. Y, a partir de ese conocimiento básico del “oficio”, poder ir desarrollando nuestro estilo propio.
Pero eso lleva tiempo.
Entre medias lo que va a pasar es que vas a estar comparando lo que tú haces con lo que te inspira. E, inevitablemente, vas a salir malparado.
Hay un discurso de Ira Glass ilustrado por Zenpencils que lo explica estupendamente: el mismo buen criterio que te hace apreciar las cosas es el que te va a hacer sufrir cuando apliques ese criterio a tu propio trabajo.
“No estoy al nivel”, pensarás.
Y tendrás razón, porque no lo estás.
Al menos de momento.
Tienes que dedicar mucho esfuerzo, muchas horas… y tolerar mucha frustración… para poder acercarte a ese nivel que te inspira.
Y está bien que así sea.
Porque antes de correr hay que caminar, y antes de caminar hay que gatear.
Así que ten paciencia, y disfruta del camino.
PD.- Aparte del libro sobre aprendizaje, tengo publicado una recopilación de los contenidos de la newsletter de 2019 a 2022. Dentro de poco voy a retirar este libro de la venta, así que si lo quieres… es el momento.